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Dios, en virtud de su infinito amor, sale al encuentro del hombre y se revela progresivamente a lo largo de la historia humana, manifestándose a sí mismo como también su Plan de Reconciliación. Esta Revelación alcanza su forma plena y definitiva en la persona del Señor Jesús, Hijo de Dios hecho Hijo de Santa María para reconciliarnos con el Padre y mostrarnos el camino que conduce a la plena felicidad y realización humana.

La fe es una respuesta al maravilloso don de la reconciliación, a la invitación amical de Dios para recuperar la semejanza perdida por el pecado y cumplir con su Plan, una entrega generosa y personal del hombre hacia Dios: "Por la fe, el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y su voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela" (DV, 5).

La fe implica un asunto de elección, de opción personal. Es una respuesta a la invitación divina por una decisión libre de la voluntad, que se realiza con la gracia de Dios. En efecto, en la respuesta de la fe la iniciativa es de Dios. Es Él quien hace posible la respuesta humana. es su gracia la que nos ilumina para que podamos percibir con claridad la Verdad y adherirnos a ella. La fe es, pues, un don, una gracia especial de Dios que nos permite acoger las verdades y promesas reveladas.

Sin embargo, la respuesta desde la fe no es posible sin el concurso libre y responsable del ser humano. el hombre siempre es libre de aceptar la invitación divina y por lo tanto de acoger el don de la fe, o de cerrarse a la acción de la gracia y rechazarlo. En la fe se da, pues, la misteriosa concurrencia de la acción de Dios y la libertad humana.

UNA FE INTEGRAL

Tener fe no es solamente aceptar la Verdad, sino adherirse a ella con toda la mente y con el corazón, actuando con coherencia y convicción según lo que la Verdad nos revela en y por la Iglesia. No debemos olvidar que la fe se dirige al encuentro de la persona total, no solamente de su entendimiento, o sus emociones y sentimientos.

FE EN LA MENTE

La fe ciertamente implica un contenido, una serie de verdades acerca de Dios y del hombre, reveladas por el mismo Dios para nuestra reconciliación. Por la fe en la mente yo creo en esas verdades reveladas, con mi entendimiento a aquello que Dios me comunica por medio de su Palabra, hago una opción por la verdad.

No pocos hombres y mujeres de hoy buscan oponer fe y razón. Consideran la fe como una actitud inmadura e infantil, inconcebible para nuestro tiempo, en que el ser humano ha alcanzado niveles de desarrollo tecnológico y científico antes insospechados. Fe y razón, sin embargo, no se oponen. La fe es una forma superior de conocimiento, que está más allá del conocimiento racional, pues nos permite acceder a realidades superiores a las fuerzas de nuestro entendimiento.

FE EN EL CORAZÓN

La fe es una opción vital, una decisión de mi voluntad haciendo recto uso de mi libertad. La adhesión a una verdad no puede ser sólo racional, requiere también una adhesión afectiva. Ésta se da por la fe en el corazón. De esta manera, el creyente hace de su opción de fe una opción fundamental que informa toda su existencia.

Esta opción puede, sin embargo, no tener un efecto inmediato sobre mis emociones y sentimientos y por ello verse oscurecida en su vivencia. Muchas veces tenemos criterios de fe muy claros, pero mis sentimientos me empujan en la opción contraria. Es necesario educar nuestros sentimientos y emociones -acostumbrados y apegados a lo que nos aleja del Plan de Dios- según los valores evangélicos. En vistas a ello resulta muy importante la práctica de la humildad, la autoaceptación y la pureza de corazón.

FE EN LA ACCIÓN

Quizá uno de los peores males de nuestro tiempo es el divorcio entre fe y vida cotidiana. Son muchísimos los cristianos que no viven en coherencia con lo que dicen creer. La fe profesada por el entendimiento y asumida con el corazón debe concretarse en las obras a través de la fe en la acción.

El cristiano debe hacer que su vida "sea digna del Evangelio de Cristo" (Flp 1, 27). La fe no es una realidad estática; puede aumentar o disminuir, depende de nuestra respuesta. La fe y sus efectos deben ir recubriendo todas las esferas de nuestra realidad personal. Ése es el sentido de la exhortación del apóstol San Pedro: "Creced, pues, en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo" (2Pe. 3, 18). "La fe, si no tiene obras, está realmente muerta" (Stgo 2, 1). Viviendo la dinámica del amor, el creyente busca esforzarse constantemente por adecuar su vida a lo que cree mediante su activa cooperación con la gracia, ya que "la fe... actúa por la caridad" (Gál 5, 6).

CAMINO HACIA DIOS

Creer en Dios significa estar en camino hacia Él y con Él. En efecto, el don de la fe es un camino, un riesgo, una conquista, una aventura por recorrer. Implica abandonar nuestras seguridades y nuestros apegos para emprender el camino hacia el encuentro con Dios. La fe es un proceso de apertura hacia Dios y de confianza en Él. El creyente, antes de decir Creo que..., pronuncia con convicción y amor Creo en Ti. La fe es encuentro, es comunicación, es amistad entre Dios y el hombre. La fe nos conduce hacia Dios, y nos une más íntimamente a Él.

María es para nosotros un testimonio vivo y ejemplar de cómo vivir nuestra fe. Ella no regatea nada, no se apega a sus propios planes sino que desde su libertad se lanza al cumplimiento de la misión que Dios le pide. Ella supo acrecentar en su vida el don de la fe, encarnándola en todos los aspectos de su vida cotidiana: Maria "es la creyente en quien resplandece la fe como don, apertura, respuesta y fidelidad. Es la perfecta discípula que se abre a la Palabra y se deja penetrar por su dinamismo... Por su fe es la Virgen fiel, en quien se cumple la bienaventuranza mayor: feliz, la que ha creído" (Lc 1, 45) (Puebla, 296).

CITAS PARA MEDITAR

Guía para la Oración

  • La fe: Jn 9, 36-38; Heb 11, 1.

  • Pedir el don de la fe: Mc 9, 23-24; Lc 17, 5.

  • Fe en la mente: Mt 22, 37; Rom 12, 2; Ef 4, 17-24; Heb 10, 16.

  • Fe en el corazón: Ez 11, 19; Ez 36, 26; Rom 10, 8-10.

  • Fe en la acción: Mt 16, 27; Stgo 2, 14-26.

  • El camino de la fe: Mt 17, 19-20; Lc 1, 45; Heb 12, 1-2; 1Pe 1, 6-9.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

  1. ¿Tienes esa «Fe preciosa» de la que habla San Pedro en 2Pe 1, 1 o tu fe es más bien débil, mediocre? ¿Por qué?

  2. ¿Qué opciones erradas permanecen -explícita o subyacente- como guía de tu vida que te apartan de la fe?

  3. ¿Qué puedes hacer personal y comunitariamente para crecer en tu fe?

     

     

     

     

     

     

     

     

     

Por: Roberto Almanza Franco

Jesús garantiza la protección de sus ovejas. No solo las conoce por su nombre, sino que dice: “Yo les doy la vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano” (Jn 10.28 NVI). “Nadie” significa nadie. Dios da a los que se han convertido a él “una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable” (1 Pe 1.4 NVI). Están guardados en Jesucristo” (Judas 1.1) y “guardados por el poder de Dios” (1 Pe 1.5 RVR 1995). Dios puede “guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia” (Jud 1:24 NVI). Si puede guardarnos para que no caigamos, ¿no lo va a hacer? Él “no quiere que nadie perezca” (2 Pe 3.9 NVI).

 

La salvación es irrepetible. La salvación no es un fenómeno repetido. La Escritura no contiene ejemplos de alguien que fuera salvado y luego perdido, luego salvado de nuevo, luego perdido otra vez. La salvación intermitente nunca aparece en La Biblia.

 

Los vínculos familiares nos sustentan. Una vez que hemos creído, somos adoptados en la familia de Dios. “Somos hijos de Dios” (Ro 8.16). Después de convertirnos en parte de una familia, siempre formaremos parte de ella. La comunión entre padre e hijo puede sufrir, pero el vínculo permanece. Al pecar puede que nos salgamos de la voluntad de Dios, pero nunca saldremos de su familia.

 

El pecado persistente evidencia una falta (no una pérdida) de conversión.  Juan enseñó que los que se apartaban de la comunidad nunca habían llegado a ser salvos. “salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, para que se manifestase que no todos son de nosotros” (1 Jn 2.19).

 

Dios disciplina a sus hijos desobedientes, pero no los deshereda. (Heb 12.5). La presencia de pecado no implica la pérdida de la posición. Pablo afirmaba ser el mayor de los pecadores: “cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Ti 1.15). No dijo: “yo era”. Pablo aún pecaba, pero nunca dudó de su salvación- Enseñó la diferencia entre “posición” y “práctica”. Podemos estar seguros de nuestra posición, aunque tengamos deficiencias en nuestra práctica. La Iglesia de los Corintios tenía la posición de una Iglesia santificada, pero en su práctica sus miembros parecían gente del mundo (1Co 3.1).

 

Si las obras fueran necesarias para mantener la salvación, entonces la salvación se conseguiría por obras. ¿Iba Dios a empezar la salvación y a pasárnosla para que la completáramos? No. Él es el “autor y consumador de la fe” (Heb 12.2 RVR 1995). Decir que es otra cosa coloca una carga insoportable sobre el cristiano.

 

Si la salvación se pudiera perder por el pecado, entonces todos estaríamos perdidos de vez en cuando, porque todos pecan. La salvación entonces se convierte en una cuestión de fechas. Solo podemos esperar que Dios nos tome para ir al cielo durante una temporada en la que estemos salvados. Si la salvación se confiscara por culpa de la incredulidad, ¿no estamos todos perdidos? ¿Quién tiene una fe perfecta? Los ansiosos no. Los miedosos no. Si la fe perfecta clasifica a los salvos, ¿quién se clasifica?

 

Al final, el gran descubrimiento es este: lo que te salva inicialmente, te guarda eternamente…

Escrito por Cristian Rene Echeverría Franco.

 

A.  La Biblia no es un libro de Ciencia, sino un libro de fe. Por lo tanto, la Biblia no es confirmada  por  la Ciencia, mas bien, la ciencia es  confirmada por algunas declaraciones de la Biblia. La creencia popular  que  hay  un  radical  conflicto  entre algunas  declaraciones de la Biblia y algunos  hechos de la Ciencia no ha sido demostrado todavía con absoluta veracidad. Ciertamente hay  un  abismal desacuerdo entre ambas debido a las teorías (hipótesis no probadas) de la Ciencia, tales  como,  “la  teoría  de la Evolución”, “La Generación Espontánea”, “la Gran Explosión”, etc. Pero no hay ningún desacuerdo entre los hechos de la Ciencia yla Biblia como lo demostraremos en los siguientes ejemplos.

B.  Numerosas declaraciones encontradas en el Libro de Dios  han  sido  halladas científicamente exactas. Si esto sucede así, ¿Qué debiéramos pensar?. ¿Fue La Biblia  escrita  por un conjunto de científicos?.

Absolutamente No!. Los cuarenta hombres que tomaron parte en su composición, escribieron bajo diferentes periodos de tiempo, todos ellos con notable antigüedad. El más reciente escribió su porción cerca del año 95 D. C. Todavía muy lejos de nuestra era científica espacial. Ellos no tomaron una educación formal académica de ninguna clase. Ni siquiera la mejor de su propio tiempo. Sus ocupaciones incluyen el pastoreo, la pesca rudimentaria, el único mas destacado fue médico. Pero nadie absolutamente alcanzó la “cumbre” intelectual de las famosas universidades de nuestro tiempo. ¿De dónde, pues, estos hombres sencillos obtuvieron la percepción y claridez mental para escribir lo que la Ciencia  moderna  ha  alcanzado  a revelar después de cientos de años de duro esfuerzo e investigación?

C.  La única  respuesta que puede ser lograda después de un razonamiento sobrio es que  La Mente divina que  les guío a escribir la revelada Palabra (2 Cor.2:16; 2 Ped.1:21). Es la  misma mente que  les  reveló  el anticipado conocimiento de estas numerosas afirmaciones las cuales podemos leer en las páginas de la Biblia. “hay  un Dios en los cielos, el cual revela los misterios” (Dan.2:28) “Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mi no hay Dios... Anúncienles  lo  que viene, y lo que está por venir... No hay Dios sino yo, No hay Fuerte; no conozco ninguno” (Isa.44:6-8). Solo un Ser  auto-existente,  trascendente  y  omnisapiente puede ser la causa de estas verdades. Las siguientes y asombrosas declaraciones son puestas para nuestra consideración. La exactitud con  relación  a  los descubrimientos científicos es una evidencia más de la validez de la Revelación e Inspiración  de la Biblia como Palabra expresa de nuestro Creador.

I.  EN EL CAMPO DE LA COSMOLOGIA

A. 

1.  Pasajes  como  Génesis 15:5; 22:17; Jeremías 33:22 establecen que las estrellas son  simplemente  difíciles de contar debido a su inmensurable cantidad colocadas en los cielos. No hay hombre en el mundo que sepa con  exactitud el número de todas ellas.  Sería una difícil tarea intentar contarlas.

2.  Sin embargo, algunos Astrónomos de la Antigüedad y recientes han intentado precisamente hacer lo que la Biblia dice es imposible de contar:

a.  Hiparco  en el año 150 A.C.  señalo que había  1,026  estrellas  en  el espacio

b.  Ptolomeo en el año 150 D. C. señalo que había 1,056

c.  Brahe en el año 1575 D. C. contó 777

d.  Kepler en el año 1600 D. C. contó 1005

3.  Por  supuesto, sabemos que el número es aun  mucho más mayor. Según estudios, el ojo humano solo puede contar 4,000 desde cada punto  de  la tierra. El famoso Astrónomo, y autor de numerosos libros sobre Cosmología, el Dr.  Carl Sagan ha estimado que hay 25 sex billones de estrellas en el espacio.  Esta  cantidad se lee 25 con 21 ceros añadidos. Sin embargo, sabemos que la cantidad podría ser todavía mayor, porque sencillamente la mente finita no podrá contarlos, aun con el apoyo de los  sofisticados telescopios.  Pero,  la Biblia no solamente nos dice que las estrellas son incontables, sino diferentes unas de otras. “…y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria” (1 Cor.15:41). “y aun entre las estrellas hay diferentes tipos de belleza” (TEV), “y las estrellas difieren de una  a  la  otra en brillantez” (Biblia de Jerusalén). Es conocido por los conocimientos astronómicos que en realidad aunque la  mayoría  de  las estrellas brillan, unas tienen luz propia y otras necesitan la luz del Sol. Unas son llamadas “novas” y otras “supernovas” Unas son pequeñas  y  otras  son grandes, unas están cercanas a la tierra y otras lejanas.

4.  El conocimiento y esfuerzo de la mente finita no puede ver el vasto universo para  contar  las estrellas en su exacta totalidad. Pero, ¿Cómo Moisés y Jeremías  aprendieron que las estrellas eran tan innumerables y difíciles de contar antes que apareciera el Telescopio y el Satélite moderno?. Para todos nosotros es evidente que las estrellas literalmente son innumerables!.

B.       

1.  Job 26:7, “Él extiende el norte sobre vacío…”. “El expande el norte sobre el espacio vació” (KJV)

2.  La  declaración  anterior señala que cuando Dios creo los cielos, no diseño colocar nada en el norte. Las Observaciones de los astrónomos nos dicen que ponemos (con el apoyo de modernos Telescopios de largo alcance) constatar que nada o casi nada puede ser visto en ese preciso lugar. Ninguna estrella o planeta esta suspendido en la parte norte.

3.  Los Astrónomos han descubierto que hay un gran espacio vacío en el norte.

Este no contiene planetas o estrellas moviéndose como en el Sur, el Este o el Oeste de nuestra galaxia. Los hombres  pueden  contemplar  numerosas estrellas en cualquier otro lugar, pero en el norte hay un vacío.

4.  La pregunta obvia es, ¿Quien le enseño a Job esta verdad Cosmológica?. La respuesta no puede ser otra que la Infinita sabiduría de Dios pudo habérselo revelado. De otro modo Job no podría haberlo  dicho  de  su  propio conocimiento o por simple suposición.

C. 

1.  El hecho verídico del movimiento de  los  planetas  fue  primeramente propuesto por Nicolás Copernico en el año 1543. Posteriormente Galileo Galilei fue severamente castigado por creer y promulgar esta verdad abierta al mundo.

2.  Pero  Job había ya declarado lo que Copernico y Galilei descubrieron cientos de años después. El escritor Inspirado lo dijo así, “¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, O desatarás las ligaduras de Orión? ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos, O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?” (Job 38:31-32)

3.  La  Osa  Mayor referida por Job es la cadena nebulosa vista en una noche despejada, la cual los Astrónomos han llamado la Vía Láctea. Esta se mueve muy  lentamente  (junto  con el resto de los planetas, incluyendo la tierra).

Una vez más, ¿Cómo pudo Job concebir en su mente la  presencia  de más cuerpos celestes moviéndose en el ancho Universo sin el apoyo  de  los modernos telescopios?.

No hay uno de nosotros que no haya pasado por momentos difíciles en la vida, por circunstancias donde es difícil confiar y esperar en Dios, también debemos estar claros que somos victoriosos desde el principio, todas estas situaciones ya están ganadas, porque es promesa de Dios, pero al pasar por esto necesitamos saber y comprender ciertos puntos:

El propósito de Dios es conformarnos al corazón de su Hijo. Es un camino largo y constante que hay que recorrer, pues aún quedan los surcos y las huellas que dejó el dominio del antiguo corazón.

Conforme al corazón de Dios

 “He hallado a David... varón conforme a mi corazón” (Hch.13:22). “

Llevad mi yugo sobre vosotros, y a prended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo e fácil y ligera mi carga” (Mt.11:29-30).

La concepción hebrea de la palabra “corazón” lo señala como el centro que gobierna todo el ser y, por consiguiente, todas sus acciones. La Biblia usa la palabra corazón para referirse a los aspectos emocionales, intelectuales y volitivos, entre otros usos. Sabemos que estas tres partes se encuentran en el alma, por lo tanto, bien podría decirse que el corazón es también el alma, de acuerdo a las Escrituras. En el Nuevo Testamento, la palabra corazón es sinónimo de persona.Desde el Antiguo Testamento, Dios muestra al hombre la necesidad de arrepentimiento y conversión del corazón, haciendo notar que se necesita un corazón nuevo: “Y les daré un corazón nuevo, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne” (Ez.11:19).

El corazón del hombre

Sabemos que el corazón del hombre es contrario al corazón de Dios. El corazón del hombre es arrogante, duro, rebelde, egoísta y engañoso, entre otros muchos defectos. El de Dios, en cambio, es un corazón manso y humilde.

¡Cuántas veces encontramos a Dios reprochando el corazón de los israelitas! A través de los profetas, Dios persuadía a Israel una y otra vez para que se volvieran de sus malos caminos y de su malvado corazón; pero ellos, haciendo caso omiso, se marchaban en pos de sus ídolos, cometiendo toda clase de pecados contra Dios.

El corazón de los israelitas es el prototipo del corazón de todo el género humano, con excepción del Señor Jesucristo. Esteban reprochó a los judíos: “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos!” (Hech.7:51). El corazón incircunciso es el corazón no regenerado, no convertido. Es aquel que aún no ha experimentado el nuevo nacimiento. El Espíritu Santo de Dios es el que regenera el corazón llenándolo de la vida de Cristo. Nacer del Espíritu es volver a nacer: Dios ha derramado el Espíritu Santo para que donde quiera que se predique el evangelio las almas sean regeneradas. El Espíritu Santo redarguye de pecado trayendo al convencimiento del pecado a los hombres que han vivido lejos de Dios.

Una vez que la persona está regenerada, ha de aprender a ser manso y humilde de corazón. Es un camino largo y constante que hay que recorrer, pues, aunque tenemos un corazón nuevo y un espíritu nuevo dentro de nosotros, aún quedan los surcos y las huellas que dejó el dominio del antiguo corazón. No es que el corazón viejo haya desaparecido, pues no creemos en la aniquilación del alma, sino en la subyugación de ésta al espíritu. El nuevo corazón es Cristo morando en nosotros.

Antes de la conversión, nuestro espíritu estaba muerto para Dios. Ahora, con el espíritu renacido, hacemos morar a Cristo por la fe en él. Entonces, el cambio de corazón consiste en que antes no teníamos vida eterna porque no habíamos recibido a Cristo; pero ahora que le hemos recibido, Él mora en nuestros corazones y ha pasado a ser la Vida de nuestra vida.

Después de caminar un tiempo hermoso con el nuevo corazón, empezamos a ver las contradicciones de lo antiguo con lo nuevo. Vemos que la vida natural que está en el alma quiere actuar independientemente de la vida de Dios que mora en nuestro espíritu. Es la lucha entre la carne y el Espíritu. Antiguos pecados que estaban vencidos, vuelven a la carga para atacar. El carácter heredado de nuestros padres vuelve a manifestarse. Se pierde de vista el carácter de Cristo, y los demás nos ven a nosotros y no al Señor en nosotros. ¿Qué pasa? Jeremías dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas” (17:9) Salomón dice a su hijo: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón” (Prov.4:23). El Señor Jesucristo dice a las iglesias: “Yo soy el que escudriña la mente y el corazón” (Ap.2:23).

“Conócete a ti mismo”, decían los griegos. La verdad es que nadie se conoce a sí mismo. La mirada introspectiva no sirve como un ejercicio espiritual. Si nos miramos hacia adentro de nosotros sólo hallaremos tinieblas. Allí, en los laberintos del corazón, no hay respuestas para las interrogantes que el hombre se hace a sí mismo. La fe nos dice que sólo mirando a Cristo vemos la luz.

 

Cuatro tipos de corazones

En la parábola del sembrador (Mat.13) encontramos cuatro tipos de terrenos que representan cuatro tipos de corazones. El sembrador salió a sembrar la semilla del reino. Parte de la semilla cayó junto al camino; otra parte cayó en tierra de pedregales; otra parte cayó entre espinos y abrojos; y finalmente, otra parte de la semilla cayó sobre la buena tierra, la cual dio fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno.

Ninguno de nosotros era naturalmente una buena tierra. El Señor ha estado haciendo una excelente labor en nuestros corazones, pues él sabe, como todo agricultor, que echar semilla en un terreno endurecido, o pedregoso, o lleno de malezas, sería completamente inútil. Él espera que la lluvia de su Palabra remoje y ablande la tierra endurecida que, el tránsito de las personas, la había convertido en camino.

¡Cuántos corazones corresponden a este tipo de terreno! ¡Cuánto tiempo lleva sanar esos traumas del corazón! Esos abusos, esas heridas que aún duelen a causa del desamor; ese ambiente de hogar tan desfavorable; ese padre irresponsable, esa pobreza extrema, esos complejos. ¡Cómo se endureció ese corazón! Pero la bendita palabra de la gracia Dios lo fue ablandando poco a poco. Dios metió su agudo arado hasta dar vuelta la tierra. Luego vinieron los “discos” para cruzarla, y también la “rastra” de largos y firmes hierros, para deshacer los terrones y dejarla apta para ser sembrada con la semilla del reino.

Lo mismo pasó con el corazón que se había llenado del ripio de la religión. Este tipo de corazón representa a los cristianos superficiales. En ellos la palabra del reino no puede penetrar, porque el suelo de tierra es poco profundo, entonces viene el sol y quema las raíces. Así, la siembra se hace infructuosa. El ripio representa el lastre de la religión, cualquiera sea su nombre.

Se puede tener la mejor religión, pero ésta sólo mantiene a los hombres en una apariencia de piedad. Algunos ponen el acento en la vestimenta, otros en las comidas, otros en el estudio de la Biblia (el estudio de la Biblia es bueno pero no como un fin en sí mismo, sino como un medio para que nos muestre a Cristo; de lo contrario es pura letra). Algunos remedan una cierta entonación; otros oran con voz lastimera. Sin embargo, los peores son los que tienen una justicia propia. Sacar este lastre religioso es más difícil que sanar el corazón de los maltratados. Pero hay esperanza. Son muchos los que vienen en estas condiciones, y el Señor tiene poder para limpiarlos hasta dejarlos aptos.

El terreno con malezas es un tipo de corazón mezclado. Este es el tipo de cristiano que convive con el mundo y la iglesia. Quiere la semilla del reino pero también quiere la semilla de otras filosofías. Mantiene compromisos con sistemas políticos, alimentando esperanzas de un mundo mejor a través de la ciencia, el arte y la cultura. Tiene gustos refinados por las cosas bellas de este mundo y disfruta cual hedonista de los placeres que este mundo ofrece. Viene a las reuniones, pero no se compromete; observa a los demás cómo andan en el camino del Señor, los juzga, emite opiniones, no está conforme. Él es un espectador que ve la carrera desde las tribunas. Cree tener la razón en todo. “Ni muy adentro ni muy afuera” es su manera de conducirse.

Hasta que llega el día en que es alcanzado por la palabra del reino. En este punto es de suma importancia el ministerio de la palabra en las iglesias. Los pastores tienen que darse cuenta que ellos solos no son suficientes para edificar a los hermanos. Se necesita el modelo de Efesios 4 para llevar a cabo esta siembra.

Por lo expuesto hasta aquí, queda claro que no hay terrenos naturalmente buenos y que todos necesitamos los oficios del agricultor divino. Le diremos: “¡Señor, envía la lluvia, ablanda nuestros corazones con tu palabra, mete tu arado, quebranta nuestros corazones!”. Sólo entonces los terrenos estarán aptos para recibir la palabra del reino. Tal vez Dios utilizará la palabra de la gracia para ablandar los corazones, sanarlos y limpiarlos, antes de que la palabra del reino pueda ser sembrada y recibida, y dar así el fruto anhelado. 

El corazón de Jesús

El Evangelio de Mateo nos presenta a Jesús como el Rey. Nos dirá que la característica de este Rey es que su corazón es manso y humilde. Él es distinto a todos los demás reyes de la tierra. Ellos son arrogantes autoritarios, soberbios, prepotentes, dominantes etc., pero el Señor Jesucristo es diferente. Y es que su reino no es de este mundo. El viene a formar súbditos que compartirán con él –por ahora– un reinado sobre el pecado, el mundo, la carne y Satanás; y –en un futuro cercano– reinarán con El sobre las naciones en un reinado de paz.

Mateo nos muestra que nuestro rey nace en un pesebre humilde. Luego nos muestra las enseñanzas del rey para los ciudadanos del reino, pues Él es el Rey de reyes – no de los reyes de este mundo, que no lo aprecian ni lo desean, sino Rey de estos reyes que somos nosotros, y que precisamos ser conformados al carácter de nuestro Rey. Sus enseñanzas se encuentran en Mateo 5 al 7, y comienzan con el famoso Sermón de la Montaña: “Bienaventurado los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurado los mansos porque ellos recibirán la tierra por heredad... Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.

“Pobres de espíritu” son aquellos que reconocen que en sí mismos no tienen la solvencia moral para ajustarse a los requerimientos de Dios. Se dan cuenta de que por más sinceros que quieran ser para con Dios, no logran agradarlo acatando sus demandas. Cuando comparan su carácter con el carácter del Rey se juzgan a sí mismos confesando su debilidad, diciendo: “¡Señor, yo no puedo ser como tú eres!”. Entonces lloran su pecado y lamentan no poder ser como es su Señor. Es ahí cuando reciben consolación. Dios había declarado:“Yo habito en la altura y en la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”(Is.57:15).

Así se va formando el carácter del Rey en nosotros y se va purificando el corazón.

Mateo nos muestra el corazón de nuestro Rey: “...Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mat.11:29). El Rey nos invita para aprender de Él. Estamos siendo conformados a su imagen. Quien quiera ubicarse sobre sus hermanos no será manso ni humilde, y llevará la desgracia de no poder descansar. Por eso, tiene sentido cuando Pablo nos invita a considerar a los demás como superiores a nosotros.

De David se dice que era un hombre conforme al corazón de Dios. Tuvo la oportunidad de decapitar a Saúl y sólo cortó con su espada la punta del manto. Tuvo la ocasión de permitir que Abisai hijo de Sarvia decapitara a Simei cuando le maldecía, pero no lo hizo, porque pensó que era Dios el que le hablaba a través de ese hombre. David no miraba las circunstancias, sino a Dios. Cuando danzó entre sus hermanos, prefirió glorificar a Dios antes que agradar a su mujer. Son muchas las ocasiones en que David agradó a Dios, aún cuando debió también humillarse y arrepentirse por sus pecados.

Que Dios nos haga hombres conformados a su corazón.

Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido deseos de rendirnos en esta vida cristiana. Es hasta cierto punto normal que en momento determinado ya no queramos seguir corriendo esta carrera, y lo es por el hecho de que venimos de una vida distinta, dada a los deseos que gobernaban nuestra carne.

En mi vida he tenido más de algún momento en donde he querido rendirme, en donde he querido tirar la toalla o colgar los guantes, pero por más que tuviera la intención de hacerlo, siempre hubo una razón por la que no lo pude hacer, una sola razón que es suficiente como para luchar en esta vida.

Y es que EL SACRIFICIO QUE JESÚS HIZO POR MI, ES LA RAZON SUFICIENTE PARA SEGUIR LUCHANDO.

Por un momento imagínate el siguiente cuadro:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)

Dios siendo tan perfecto, creador y soberano de todo lo que existe, decidió enviar a suUNICO hijo a la tierra, para que tomara forma de hombre, para que naciera y creciera experimentado todo lo que un hombre pudiese experimentar. El objetivo de Dios era que su único hijo muriera por nuestros pecados.

Se necesitaba un cordero perfecto, sin mancha alguna, que muriera por los pecados de todos nosotros, Dios tuvo la brillante idea de tomar la forma de hombre y ser ese cordero perfecto. Se humillo a si mismo tomando forma de hombre y fue obediente hasta la muerte.

Sufrir sin tener culpa, ser juzgado sin haber cometido falta alguna, ser despreciado y asesinado de la manera que lo fue, no era justo, pero Él tenía que hacerlo, Él tenía un plan perfecto y su plan tenía como objetivo brindarnos el perdón de nuestros pecados a través de su sacrificio.

¡Dios se hizo hombre! ¡Murió por mi!, no se lo pedí, ni siquiera se lo suplique, pero Él sabía que yo lo necesitaba, que en algún momento de la historia necesitaría de su perdón, y eso solo podía ser posible a través de un sacrificio perfecto que Él y solo Él era capaz de realizar.

Pensar en que Dios tomo forma de hombre y sufrió por mí, me hace darme cuenta de lo especial que soy para Él, me hace darme cuenta del amor tan grande que me tiene, me hace darme cuenta que NO PUEDO RENDIRME, que no puedo regresar atrás porque su sacrificio VALE MUCHO y si volviera atrás estaría demostrándole sin decirlo que no me importo lo que Él hizo por mí.

¿Sabes porque aunque quiero no puedo rendirme?, ¿Sabes porque aunque en muchas ocasiones lo he pensado no puedo dejar de luchar?, simplemente porque LO QUE ÉL HIZO POR MI FUE TAN GRANDE que merece todo mi esfuerzo.

¿Quién era yo para que Él muriera por mi?, ¿Quién era yo para merecer ese sacrificio tan lleno de amor?, y es que aunque yo no me crea lo suficientemente bueno para merecerlo, Él me hizo merecedor de Él, no por lo que yo fuera o hubiera hecho, sino porque me amo y a través de su sacrificio me da la oportunidad de ser redimido, comprado nuevamente, el precio: Su Sangre.

No puedo rendirme, tengo que seguir luchando, TENGO QUE VALORAR SU SACRIFICIO POR MI, no puedo dejar que todo lo que Él hizo por mi sea en vano, ¡No!, ¡Tengo que seguir aunque sienta que ya no puedo!, no creo que algún día sufra más de lo que Él por mi sufrió, entonces tengo que sacar fuerzas de donde no las tengo, entonces tengo que confiar en que Él es mi fortaleza y su sacrificio por mí la motivación que me lleva a NO DARME POR VENCIDO.

No me rendiré, valorare cada día ese sacrificio y cuando a mi mente vengan pensamientos que me quieran llevar a dejar de luchar, me mirare en un espejo y veré que ahora no soy ni la sombra de lo que un día fui sin Cristo, que ahora soy hijo de Él, que ahora Él me ha hecho una nueva persona y sobre todo me daré cuenta que mi futuro es esperanzador puesto que estaré junto a Él en la eternidad.

Querido amigo, querida amiga, ¿Por qué piensas en dejar de luchar?, ¿Cuál es el motivo más grande que te lleva a querer pensar en rendirte?, solo piensa por un momento: ¿QUÉ HIZO DIOS EN TU VIDA?

¿Sabes?, Dios te escogió desde el vientre de tu madre, te hizo nacer, te cuido siempre, un día mientras andabas perdido y sin rumbo, te busco, ocupo cada medio para llevarte a ese momento especial en el cual te llamo, accediste a su llamado, Él con los brazos abiertos te recibió, te perdono, cambio tus vestiduras, sacudió el polvo de tu vida y te dio la nueva oportunidad de comenzar una nueva vida, esta vez junto a Él. ¿Por qué entonces estas pensando en regresar al lugar en donde en realidad no eras feliz?

Lo que Cristo ha hecho por ti, desde su sacrificio hasta la forma cómo ha cambiado tu vida es una razón suficiente para seguir luchando y no darte por vencido.

¡LUCHA Y HAZLO POR ÉL, POR TODO LO QUE ÉL HA HECHO POR TI!

“Hace mucho, mucho tiempo me aparecí ante ellos y les dije: “Pueblo de Israel, siempre te he amado, siempre te he sido fiel. Por eso nunca dejaré de tratarte con bondad. Volveré a reconstruirte, y volverás a danzar alegremente, a ritmo de panderetas”.

 

 

 

15 “Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados

para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16

Pero háganlo con gentileza y respeto...” (1 Pedro 3:15,16).

Objetivo De La materia

 Aprender a presentar la verdad del Cristianismo

Pregunta Para Discusión

¿Por qué crees que el Cristianismo es verdadero?

Introducción A La Apologética Cristiana

 

15 “Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados

para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16

Pero háganlo con gentileza y respeto...” (1 Pedro 3:15,16).

Pregunta: ¿Qué es Apologética?

 Una apología es una forma de explicar lo que crees y por qué lo crees. Apologética es una forma de presentar los hechos para que la verdad pueda ser conocida.

Pregunta: ¿Qué es Apologética Cristiana?

La Apologética Cristiana es presentar simplemente los hechos sobre el Cristianismo de modo que la verdad de y acerca del Cristianismo pueda ser conocida.

 

¿Cómo el aprender a presentar la verdad del Cristianismo te ayuda?

Aprender a como presentar la verdad del Cristianismo:

• Te ayuda a conocer y entender la verdad sobre el Cristianismo

• Te ayuda a decir a la gente la verdad sobre el Cristianismo

• Te ayuda a dar la confianza en tu Fe Cristiana porque el Cristianismo está basado

en pruebas razonables, lógicas

Entendiendo La Verdad Sobre El Cristianismo

“Soy el camino, la verdad, y la vida...” (Juan 14:6).

Para entender la verdad de y sobre el Cristianismo, tenemos que definir unos términos, porque cuando estos términos se presenten en nuestras discusiones en este estudio, nuestras definiciones tienen que ser las mismas. Cristianos Y Cristianismo

¿Qué es un Cristiano?

Un Cristiano es una persona que ha abierto la puerta de su vida a Jesucristo y le ha pedido que entre como su Salvador. Un Cristiano pone su plena confianza en lo que Jesucristo hizo en la cruz es la única forma de hacerse parte de la Familia Dios.

¿Qué es el Cristianismo?

El Cristianismo es Cristianos dirigidos y facultados por el Espíritu Santo, haciendo opciones y viviendo según lo que Jesús dice es verdadero. Hay dos cosas de recordar sobre el Cristianismo:

• Tú no puedes "hacer" el Cristianismo. El nacimiento es algo que experimentas por ti mismo. Tú no puedes nacer sin pasar por el proceso de nacer realmente. Igualmente, no puedes ser Cristiano sin pasar por el proceso de hacerse Cristiano.

• No puedes afiliarte al Cristianismo. Por ejemplo, puedes afiliarte a los Exploradores y hacerte un Explorador, y puedes afiliarte a tu banda escolar y hacerte un miembro de la banda. Pero no puedes hacerte Cristiano afiliándote a una iglesia o una organización.

 

El Cristianismo ocurre siendo Cristiano.

La Verdad Sobre La Verdad

31 “... Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; 32 y

conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32).

¿Cuándo decimos que algo es verdadero, qué significa esto?

 Lo que es verdadero es un hecho]. Y los hechos son confiables y exactos.

¿Cuál es la verdad?

 La verdad es lo opuesto al error]. La verdad es la forma que algo realmente es.

Hay algunas reglas que tienes que entender sobre la verdad y cuál es la naturaleza de ser verdadero:

• La verdad es conocible. Por lo tanto, ya que alguna verdad es conocible, es posible conocer al menos un poco de la verdad sobre Dios.

• La verdad es absoluta o pura. En otras palabras, hay sólo una forma en que algo realmente es. Por ejemplo, un semáforo no puede ser verde y rojo al mismo tiempo.

• Lo que es verdadero es y siempre será verdadero, es decir: 1 + 1 = 2.

• Lo que es verdadero es verdadero para toda la gente en todos los sitios en todo tiempo, es decir: 1 + 1 = 2.

• Puede haber una diferencia entre lo que es verdadero y lo que la gente percibe ser verdadero, es decir: En un tiempo, la gente pensó que la tierra era plana. Pero esto no cambia el hecho de que el mundo es y siempre era redondo.

• Puede haber una diferencia entre lo que es verdadero y lo que la gente quiere que sea verdadero, es decir: Jesús es Dios. Los miembros de fe y religiones que no son. Cristianos no quieren creer que Jesús es Dios.

• Los hechos son hechos sin tener en cuenta la forma como la gente se siente sobre ellos, sin tener en cuenta lo que la gente cree sobre ellos o quiere creer sobre ellos.

• La verdad es siempre lo contrario al error.

• Cualquier cosa opuesta a la verdad es falso.

¿Ya que cualquier cosa opuesta a la verdad es falso, y si la opinión Cristiana de Dios es verdadera, entonces qué significa esto sobre todas las opiniones contrarias de Dios?

Todas las opiniones contrarias de Dios son falsas]. Por lo tanto, si la opinión Cristiana es verdadera, entonces podemos estar seguros de que:

• El Dios de la Biblia existe

• Jesús es el Hijo Eterno de Dios, el Mesías prometido de Quien la Biblia habla

• La Biblia es verdadera - toda

• Jesús es el único camino de tener una relación personal restaurada con Dios.

Todos quieren saber que en lo que él o ella creen es verdadero, sobre todo cuando se refiere a la creencia en y sobre Dios.

Lo que haremos en las siguientes lecciones es establecen la veracidad del Cristianismo por pruebas razonables, lógicas.

Verso De La Lección De Hoy

15 “Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados

para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16

Pero háganlo con gentileza y respeto...” (1 Pedro 3:15,16).

Objetivo De La materia

 Aprender a presentar la verdad del Cristianismo

Pregunta Para Discusión

¿Por qué crees que el Cristianismo es verdadero?

Introducción A La Apologética Cristiana

 

15 “Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados

para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16

Pero háganlo con gentileza y respeto...” (1 Pedro 3:15,16).

Pregunta: ¿Qué es Apologética?

 Una apología es una forma de explicar lo que crees y por qué lo crees. Apologética es una forma de presentar los hechos para que la verdad pueda ser conocida.

Pregunta: ¿Qué es Apologética Cristiana?

La Apologética Cristiana es presentar simplemente los hechos sobre el Cristianismo de modo que la verdad de y acerca del Cristianismo pueda ser conocida.

 

¿Cómo el aprender a presentar la verdad del Cristianismo te ayuda?

Aprender a como presentar la verdad del Cristianismo:

• Te ayuda a conocer y entender la verdad sobre el Cristianismo

• Te ayuda a decir a la gente la verdad sobre el Cristianismo

• Te ayuda a dar la confianza en tu Fe Cristiana porque el Cristianismo está basado

en pruebas razonables, lógicas

Entendiendo La Verdad Sobre El Cristianismo

“Soy el camino, la verdad, y la vida...” (Juan 14:6).

Para entender la verdad de y sobre el Cristianismo, tenemos que definir unos términos, porque cuando estos términos se presenten en nuestras discusiones en este estudio, nuestras definiciones tienen que ser las mismas. Cristianos Y Cristianismo

¿Qué es un Cristiano?

Un Cristiano es una persona que ha abierto la puerta de su vida a Jesucristo y le ha pedido que entre como su Salvador. Un Cristiano pone su plena confianza en lo que Jesucristo hizo en la cruz es la única forma de hacerse parte de la Familia Dios.

¿Qué es el Cristianismo?

El Cristianismo es Cristianos dirigidos y facultados por el Espíritu Santo, haciendo opciones y viviendo según lo que Jesús dice es verdadero. Hay dos cosas de recordar sobre el Cristianismo:

• Tú no puedes "hacer" el Cristianismo. El nacimiento es algo que experimentas por ti mismo. Tú no puedes nacer sin pasar por el proceso de nacer realmente. Igualmente, no puedes ser Cristiano sin pasar por el proceso de hacerse Cristiano.

• No puedes afiliarte al Cristianismo. Por ejemplo, puedes afiliarte a los Exploradores y hacerte un Explorador, y puedes afiliarte a tu banda escolar y hacerte un miembro de la banda. Pero no puedes hacerte Cristiano afiliándote a una iglesia o una organización.

 

El Cristianismo ocurre siendo Cristiano.

La Verdad Sobre La Verdad

31 “... Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; 32 y

conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32).

¿Cuándo decimos que algo es verdadero, qué significa esto?

 Lo que es verdadero es un hecho]. Y los hechos son confiables y exactos.

¿Cuál es la verdad?

 La verdad es lo opuesto al error]. La verdad es la forma que algo realmente es.

Hay algunas reglas que tienes que entender sobre la verdad y cuál es la naturaleza de ser verdadero:

• La verdad es conocible. Por lo tanto, ya que alguna verdad es conocible, es posible conocer al menos un poco de la verdad sobre Dios.

• La verdad es absoluta o pura. En otras palabras, hay sólo una forma en que algo realmente es. Por ejemplo, un semáforo no puede ser verde y rojo al mismo tiempo.

• Lo que es verdadero es y siempre será verdadero, es decir: 1 + 1 = 2.

• Lo que es verdadero es verdadero para toda la gente en todos los sitios en todo tiempo, es decir: 1 + 1 = 2.

• Puede haber una diferencia entre lo que es verdadero y lo que la gente percibe ser verdadero, es decir: En un tiempo, la gente pensó que la tierra era plana. Pero esto no cambia el hecho de que el mundo es y siempre era redondo.

• Puede haber una diferencia entre lo que es verdadero y lo que la gente quiere que sea verdadero, es decir: Jesús es Dios. Los miembros de fe y religiones que no son. Cristianos no quieren creer que Jesús es Dios.

• Los hechos son hechos sin tener en cuenta la forma como la gente se siente sobre ellos, sin tener en cuenta lo que la gente cree sobre ellos o quiere creer sobre ellos.

• La verdad es siempre lo contrario al error.

• Cualquier cosa opuesta a la verdad es falso.

¿Ya que cualquier cosa opuesta a la verdad es falso, y si la opinión Cristiana de Dios es verdadera, entonces qué significa esto sobre todas las opiniones contrarias de Dios?

Todas las opiniones contrarias de Dios son falsas]. Por lo tanto, si la opinión Cristiana es verdadera, entonces podemos estar seguros de que:

• El Dios de la Biblia existe

• Jesús es el Hijo Eterno de Dios, el Mesías prometido de Quien la Biblia habla

• La Biblia es verdadera - toda

• Jesús es el único camino de tener una relación personal restaurada con Dios.

Todos quieren saber que en lo que él o ella creen es verdadero, sobre todo cuando se refiere a la creencia en y sobre Dios.

Lo que haremos en las siguientes lecciones es establecen la veracidad del Cristianismo por pruebas razonables, lógicas.

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